MANIFIESTO POR LA FRATERNIDAD
De la Triada: Libertad, Igualdad y Fraternidad, en
la mayoría de los sistemas jurídicos modernos, se recoge la “igualdad de todos
los hombres ante la ley” y el “derecho inalienable a la libertad” mientras que
el “hermano pobre del tríptico”, la fraternidad, lejos de
ser una categoría vigente, ha quedado relegado a un papel histórico.
La fraternidad debería haber sido un medio para lograr que
ningún ser humano tuviera que pedir permiso para ser libre.
La Asociación "Ciudades por la Fraternidad”
pretende abrir un camino de amplio diálogo entre la sociedad civil, las
asociaciones, las diversas formas de voluntariado y las instituciones, a través
de las más variadas iniciativas sociales, culturales y políticas que permitan
redescubrir la belleza de pensar y trabajar juntos por un proyecto común.
Entendemos la fraternidad como un compromiso que
favorece el desarrollo humano de los pueblos, sin aislar en la incertidumbre
del futuro a las clases más débiles, sin excluir a otras del bienestar y sin
crear nuevas formas de pobreza.
La fraternidad salvaguarda los derechos de los
ciudadanos y el acercamiento de las instituciones a la ciudadanía abriendo una
esperanza a los que intentan llevar una vida digna en nuestras ciudades que
pueden mostrar su grandeza ofreciéndose como patria a los que la han perdido.
Este compromiso con la fraternidad garantiza la dignidad de la persona humana
favoreciendo siempre las condiciones para que cada persona pueda realizar su propia
libertad de elección y pueda crecer en el asumir responsabilidades.
La fraternidad permite introducir nuevos principios
en el trabajo político cotidiano y hace que no se gobierne nunca contra nadie
ni sólo como expresión de una parte de toda la ciudadanía; unos cumplen
funciones en el gobierno y otros en la oposición, pero sólo juntos garantizan
la soberanía de los ciudadanos.
La fraternidad no es un “añadido” de la política,
sino su esencia, y tendría que definir los métodos y objetivos de esta última;
solo situando a la fraternidad en una categoría superior la política adquiere
su verdadero sentido: ante todo, de servicio a la comunidad, con el ciudadano
como sujeto activo.
Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los
Focolares, afirmó en el Parlamento Europeo (Sesión
del 15 de septiembre de 1998): "Cualquiera
que, de forma aislada, se disponga hoy a mover las montañas de la indiferencia,
del odio y de la violencia, tiene una tarea ingente. Pero lo que puede resultar
imposible para millones de hombres aislados y alejados, puede resultar posible
a personas que han hecho de la fraternidad universal el móvil esencial de sus
vidas"; estas inspiradoras palabras pueden ayudar a conseguir los
fines de una experiencia de compromiso en el diálogo y en la creación de una
red abierta de municipios, de otras entidades locales y regionales, en la que
participen ciudadanos activos, políticos militantes de los distintos partidos y
movimientos políticos, funcionarios públicos y
asociaciones que se interesan por la vida en la propia ciudad y que se
plantean, crear un espacio de trabajo
permanente de experiencias positivas que se pongan en red y se multipliquen,
donde se manifieste la paz, los derechos humanos, la justicia social y
especialmente, la fraternidad universal.
Desde este punto de vista, los ayuntamientos y las
entidades locales son las instituciones más importantes, porque están más cerca
de las personas y son conocedoras de sus necesidades. Es a través de su
relación con las instituciones locales donde el ciudadano desarrolla la
gratitud hacia el conjunto de las instituciones, incluso las más distantes.
Además, la fraternidad permite vivir plenamente la
relación entre los ciudadanos de un territorio y sus representantes,
favoreciendo que surjan programas de la colaboración entre la sociedad civil y la
política; superando la separación que, a veces, existe entre ambas.
La Asociación “Ciudades por la Fraternidad”, de la
que ya forman parte seis Ayuntamientos, ocho Asociaciones y más de 60
ciudadanos, de distintas procedencias,
quiere ser un punto de encuentro y un espacio de conexión, autónomo e
independiente, para el conocimiento e intercambio de ideas entre quienes
quieren trabajar especialmente por la fraternidad universal y desarrollar
actividades que pongan de relieve los valores esenciales que lleven al bien
común.
Animamos a adherirse a esta Asociación: a ciudades,
desde los pueblos más pequeños a las ciudades más grandes, de cualquier parte
de España; a Entidades locales así como Diputaciones Provinciales, Comunidades
Autónomas, otras instituciones, asociaciones y personas físicas que tengan
interés en promover la Fraternidad como categoría política y se ofrezcan a
trabajar para conseguir los fines de Ciudades por la Fraternidad.
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