Nieves Cruz Barrientos, Concejala de Educación, Cultura, Servicios Sociales y Relaciones con los Ciudadanos, del Ayuntamiento de D. Alvaro, en Badajoz, nos cuenta como viven estos dias de confinamiento.
En la primera quincena de marzo, teníamos programadas varias
actividades de cierto relieve en nuestro Ayuntamiento, como el acompañamiento a
la Asociación de Mayores a la Feria del Mayor en Badajoz el 13 de marzo, la celebración
del Día de la Fraternidad, el día 23, continuar los actos celebrativos del Día
de la Mujer.
Empezaban a conocerse las primeras noticias de la llegada del
Covid-19 a nuestro país y las situaciones de crisis sanitaria y contagio veloz
que desencadenaba y todo quedó suspendido.
Como a tod@s, a nuestra Corporación nos cogió desprevenidos.
Inmediatamente al inicio del Estado de Alarma, se convocó un Pleno
Extraordinario y por unanimidad de todos los Grupos, se acordaron las medidas a
poner en marcha, para cumplir la normativa del confinamiento.
Una de las premisas y objetivo, fue el tratar de poner un
sello de fraternidad, para tener en cuenta a toda la población del mismo modo,
con especial atención a nuestros mayores y personas más vulnerables, conociendo
sus necesidades.
Con las tres tiendas que abastecen nuestro pueblo de víveres,
acordamos un protocolo de servicio de reparto a domicilio, para asegurar la
menor movilidad. A través de un Bando se hizo saber que se podían hacer los
pedidos telefónicos. Con el equipo de trabajadoras de Ayuda a Domicilio, se
estableció el modo para la entrega de los pedidos, durante la mañana. Se
atienden unas 60 familias, también ubicadas en el extrarradio.
Con la farmacéutica de la localidad, se coordinó del mismo
modo el reparto de medicamentos y material sanitario, en este caso, preservando
la confidencialidad del suministro.
Nos apresuramos en organizar y hacer llegar a una treintena
de familias, la dotación de alimentos del convenio con la Cruz Roja, que
tenemos suscrito.
El personal de servicios múltiples se ha volcado en las tareas de desinfección. Uma vez a la semana se pulverizan todas las vías y edificios públicos, con la generosa colaboración de los tractores de nuestros agricultores.
En nuestra localidad tenemos una Residencia de Mayores
Municipal. Inmediatamente con la Dirección del Centro, se establecieron las
medidas estrictas de confinamiento, dotándola de los medios adecuados, siempre
con la colaboración del personal y la información y el trato adecuado que se
merecen nuestros mayores, facilitando el contacto externo con los medios
telemáticos.
Viendo que era necesario proveer de este material a toda la población
nuestro Alcalde gestionó la provisión de material para la confección de 2.500
mascarillas y 200 batas sanitarias. La elección del modelo se hizo sobre todo
buscando la mayor garantía de prevención, aunque el coste y realización fueran
más altos y supusiera mayor trabajo su elaboración.
El sábado previo a la salida de los niñ@s, se repartieron 120
lotes, conteniendo dos mascarillas infantiles, guantes, gel desinfectante, un
diploma de buen comportamiento y con alguna chuchería…
Han bastado poco más de diez días para tener el material
preparado y poder regalar a tod@s l@s vecin@s lo imprescindible para afrontar
las nuevas fases de la desescalada y tener protegidos a l@s trabajadores
municipales.
Uno de nuestros Concejales, que tiene una empresa de
telefonía y redes, ha donado el servicio de internet, para aquellas familias
vulnerables que no podían tener acceso y seguir el plan educativo para sus
hij@s en este curso.
Podríamos decir como conclusión, que no ha sido posible
celebrar el Día de la Fraternidad como estaba previsto, pero la pandemia nos ha
ayudado a poner de manifiesto que es posible vivirla, cuando abandonamos los
intereses particulares y sobreponemos a ellos el interés del bien común.
Tampoco hemos podido celebrar la Semana Santa haciéndola
visible en las calles, ni nuestra tradicional romería de Pascua, pero se ha
hecho patente, a través de las redes sociales el espíritu de hermandad, como
sucedió ante la pérdida de nuestros vecinos Alfonso que no pudo sobrevivir al
infarto e Isabel con varias patologías y todo el pueblo acompañó los duelos con
una vela encendida en los umbrales de las casas.
Ni podremos celebrar una de nuestras fiestas mayores, la de
la Santa Cruz, pero desde la Hermandad se nos ha invitado a “disfrutar de ella
de forma diferente, porque este año, quizás más que nunca, cada uno tenga su
propia Cruz”.
Desde
el equipo de Gobierno, experimentamos que es posible trabajar unidos y que este
aprendizaje no pasará, porque nos está haciendo crecer como personas, como
equipo y como sociedad
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